26/05/09

A lectura dixital tamén é fragmentada


Parece ser que o libro, como soporte dos textos escritos, está sufrindo unha evolución: a súa nova forma é electrónica e chámase e-book. Pero esta evolución vai acompañada dun cambio radical do propio texto, que pasa a ter formato dixital. Hai quen di que isto supón unha revolución máis grande que a invención da imprenta, pero que ten os seus riscos: a lectura fronte á pantalla preséntase como unha lectura atada máis ao fragmento que á totalidade.
Á historia do libro dedica un dossier a revista La aventura de la Historia no seu número 127. Un dos colaboradores é Roger Chartier, estudoso destes novos formatos. E ímonos permitir aquí, para incitar á súa lectura, esta pequena cita:
“¿Como caracterizar la lectura del texto electrónico? (...) En primer lugar,
debe considerarse que la pantalla no es una página, sino un espacio de tres
dimensiones, que tiene profundidad y en el que los textos alcanzan la superficie
iluminada. Por consiguiente, y por primera vez, en el espacio digital es el
texto mismo, y no su soporte, el que está plegado. La lectura del texto
electrónico debe pensarse, entonces, como desplegando el texto o, mejor dicho,
unha textualidad blanda, móvil e infinita.
“Semejante lectura ‘dosifica’ el texto sin atenerse al contenido de una página, y compone ajustes textuales singulares y efímeros. Esta lectura discontinua y segmentada produce una lectura rápida, fragmentada, que busca informaciones y no se detiene en la comprensión de las obras en su totalidad. La incertidumbre del porvenir se remite a la capacidad del texto desencuadernado del mundo digital de superar esta tendencia al derrame que lo caracteriza (...) Se remite también a la capacidad de (...) superar una práctica de lectura frente a la pantalla que no conoce sino fragmentos recortados en una continuidad textual sin límites.”
Cambia tamén o lector ao cambiar o formato do texto e o seu soporte?
_______
Máis información: entrevista con Roger Chartier publicada no diario arxentino Clarín o 12 de abril do 2008.

Sem comentários: